Obispo de Sebaste de la antigua Armenia.
Martirologio Romano: San Blás, (conocido también como Blasius) médico, obispo y mártir, que, por ser cristiano, padeció la persecución de Licinio súbdito del emperador Constantino en la ciudad de Sebaste, en Armenia (actual Sivas en la Capadocia Turca).
Etimología: Blas, aquel que es tartamudo, de origen latino.
Patrón: Enfermedades de garganta y Laringólogos.
Es un personaje bastante incierto desde el punto de vista histórico, pero todavía goza de mucha popularidad por un milagro que se le atribuye y que ha perpetuado la conocida bendición contra el mal de la garganta. Se conoce en su Pasión que mientras llevaban al santo al martirio, una mujer se abrió paso entre la muchedumbre y colocó a los pies del santo obispo a su hijo que estaba muriendo sofocado por una espina de pescado que se le había atravesado en la garganta. San Blás puso sus manos sobre la cabeza del niño y permaneció en oración. Un instante después el niño estaba completamente sano. Este episodio lo hizo famoso como taumaturgo en el transcurso de los siglos, y sobre todo para la curación de las enfermedades de la garganta. De aqui el origen de bendecir las gargartas y gargantilllas en su fiesta.
Era el año 316 cuando San Blás huyó de la persecución y se refugió en una cueva en el bosque del monte Argeus. Según cuenta la leyenda el anciano obispo vivió rodeado de animales salvajes que lo visitan y le llevan alimento. Cuando la persecución de Agrícola, gobernador de Cappadocia, contra los cristianos llegó a Sebaste, sus cazadores fueron a buscar animales para los juegos de la arena encontrando a muchos de ellos esperando fuera de la cueva de San Blas donde lo encontraron en oración y lo arrestaron. Agrícola trató sin éxito de hacerle apostatar. En la prisión sanó a algunos prisioneros. Finalmente fue echado a un lago. San Blas, parado en la superficie, invitaba a sus perseguidores a caminar sobre las aguas y así demostrar el poder de sus dioses. Pero se ahogaron. Cuando volvió a tierra fue torturado y decapitado. 316 . Puede, considerarse como uno de los últimos mártires cristianos de esa época.
Martirologio Romano: San Blás, (conocido también como Blasius) médico, obispo y mártir, que, por ser cristiano, padeció la persecución de Licinio súbdito del emperador Constantino en la ciudad de Sebaste, en Armenia (actual Sivas en la Capadocia Turca).
Etimología: Blas, aquel que es tartamudo, de origen latino.
Patrón: Enfermedades de garganta y Laringólogos.
Es un personaje bastante incierto desde el punto de vista histórico, pero todavía goza de mucha popularidad por un milagro que se le atribuye y que ha perpetuado la conocida bendición contra el mal de la garganta. Se conoce en su Pasión que mientras llevaban al santo al martirio, una mujer se abrió paso entre la muchedumbre y colocó a los pies del santo obispo a su hijo que estaba muriendo sofocado por una espina de pescado que se le había atravesado en la garganta. San Blás puso sus manos sobre la cabeza del niño y permaneció en oración. Un instante después el niño estaba completamente sano. Este episodio lo hizo famoso como taumaturgo en el transcurso de los siglos, y sobre todo para la curación de las enfermedades de la garganta. De aqui el origen de bendecir las gargartas y gargantilllas en su fiesta.
Era el año 316 cuando San Blás huyó de la persecución y se refugió en una cueva en el bosque del monte Argeus. Según cuenta la leyenda el anciano obispo vivió rodeado de animales salvajes que lo visitan y le llevan alimento. Cuando la persecución de Agrícola, gobernador de Cappadocia, contra los cristianos llegó a Sebaste, sus cazadores fueron a buscar animales para los juegos de la arena encontrando a muchos de ellos esperando fuera de la cueva de San Blas donde lo encontraron en oración y lo arrestaron. Agrícola trató sin éxito de hacerle apostatar. En la prisión sanó a algunos prisioneros. Finalmente fue echado a un lago. San Blas, parado en la superficie, invitaba a sus perseguidores a caminar sobre las aguas y así demostrar el poder de sus dioses. Pero se ahogaron. Cuando volvió a tierra fue torturado y decapitado. 316 . Puede, considerarse como uno de los últimos mártires cristianos de esa época.
- «Por san Blás la cigüeña verás, y si no la vieres: año de nieves»
- «Por san Blás, hora y media más»
brindo por San Blás.. aunque no estemos presentes, soñamos con degustar ese caldo de pezuña y puerros, y esas migas,
ResponderEliminarqué lo celebréis hasta la Alborada,
viva San Blás!!!